martes, 29 de noviembre de 2016

Un puente de cimbra

Tensiones del Pensar. Materiales para un diálogo entre filosofía y poesía en Chile.

Tensiones del Pensar. Materiales para un diálogo entre filosofía y poesía en Chile. Así se titula este libro. Una exploración de las relaciones posibles entre dos ámbitos que, comúnmente, se entienden separados. Incluye ensayos sobre poetas y poéticas muy diversas: Ximena Rivera, Juan Luis Martínez, Jorge Teillier, Elvira Hernández, Gonzalo Millán, Pablo Neruda. Poetas y poéticas que dan cuenta de la enorme diversidad de fundamentos y formas que ha caracterizado la poesía chilena desde el siglo XX. Las perspectivas para abordar estas poesías dibujan también un arco extenso. Bachelard, Spinoza, Hegel, Paul Ricoeur, Nietzche, entre otros referentes filosóficos con los cuales se cruzan en su trayecto estos ejercicios de lectura. 

Desde luego, sería imposible abordar en el espacio acotado de estas notas cada uno de estos textos. Me parece pertinente, sin embargo, esbozar algunos comentarios sobre la tentativa de la cual todos ellos participan: investigar las vinculaciones entre la tradición de la filosofía occidental y cierto corpus de poesía chilena contemporánea. Elaborar un pensamiento que se despliega en el trabajo con estos materiales. Pensar en ellos como una forma de ponerlos en tensión. 

Cito a Giorgio Agamben: Siempre he pensado que filosofía y poesía no son dos sustancias separadas sino dos fuerzas que tensan el lenguaje único en dos direcciones opuestas: el sentido puro y el sonido puro. No hay poesía sin pensamiento, así como no hay pensamiento sin un momento poético. En este sentido, Hölderlin y Caproni son filósofos, así como cierta prosa de Platón o de Benjamin son poesía pura. Si se dividieran drásticamente en dos campos, yo mismo no sabría en qué parte meterme. No hay poesía sin pensamiento, así como no hay pensamiento sin un momento poético, escribe Agamben. Me parece que esta comprensión integradora sirve para describir lo que intentan estos textos. Superar la división disciplinaria entre filosofía y poesía que ha dominado el campo intelectual chileno. Entender estos territorios como espacios limítrofes que se intersectan o se superponen e invitan a transitar hacia uno y otro lado de una frontera más bien difusa. Que dibujan una especie de campo energético, dinámico y permeable, donde poesía y filosofía operan como fuerzas que tensan el lenguaje.

Esto último, la tarea común de poner en tensión el lenguaje, me parece importante de relevar en el contexto actual. Un contexto donde la precarización generalizada de la vida cotidiana tiene como base, justamente, la degradación progresiva del lenguaje. Su vaciamiento de sentido. Su inutilización como herramienta de comunicación humana y de reflexión crítica sobre la fisonomía del presente que habitamos. Vuelvo a Agamben: Los filósofos, como los poetas, son más que nadie los custodios de la lengua y esto es una misión genuinamente política, sobre todo en una época, como la nuestra, que busca por todos los medios confundir y falsificar el significado de las palabras. Es esta misión política lo que comparten poesía y filosofía. La misión de resguardar la capacidad de la palabra para llamar a las cosas por sus nombres. La de restituir su potencial para el develamiento de lo real frente al lenguaje del poder que en todo momento y en todo lugar oculta, tergiversa o falsifica. 

Desde luego, la figura del filósofo chileno Patricio Marchant aparece aquí como un antecedente ineludible. Su tesis de que sería la poesía chilena el ámbito más significativo, el lugar privilegiado de nuestro pensamiento. Concentrado, en primera instancia, en la reflexión sobre la poesía de Gabriela Mistral, su proyecto estaba planteado como una empresa de alcance mayor. Vale la pena recoger aquí la definición de ese proyecto que él mismo hace, someramente, en una ponencia datada el año 1982: La ponencia presentada al Primer Seminario Nacional de Estudios Literarios -que reproduzco aquí, con ligeras modificaciones, pero con notas aclaratorias importantes y, como se dice en la nota final, con exclusión de su última parte- expone el argumento esencial que desarrollaré en un libro sobre la poesía de Gabriela Mistral (Sobre Árboles y Madres), primera parte de un estudio filosófico sobre la poesía chilena, El primer problema que precisa ser resuelto es por qué surge en Chile, sin que nada lo prepare, al parecer, una gran poesía, una rápida sucesión de grandes poetas. Explicaciones que hagan intervenir la "espontaneidad" del "genio creador" o explicaciones de carácter sociológico (las segundas al menos dicen algo, las primeras constituyen meros modos de hablar) deben ser dejadas de lado. 

De alguna manera, este libro contribuye a rescatar ese proyecto que, debido a su muerte temprana, Marchant dejara inconcluso: el estudio filosófico de la poesía chilena. Un estudio que fuera capaz de abordarla desde su mirada particular y su epistemología, distanciándose de los excesos biográficos y sociológicos que, por lo general, tienden a reducirla o simplificarla. 

Termino recordando las palabras de Jorge Polanco para el prólogo de este libro: Pensar la poesía conlleva una agudización de la mirada a los supuestos y los efectos filosóficos que traen consigo la lengua. En cuanto método, el reconocerse y más aún desprotegerse ante la escritura poética, estimula a pensar en los desajustes de las herramientas conceptuales con que la enseñanza teórica ha buscado capitalizar un saber. Y más adelante: El problema estudiado no es neutro, concita una apuesta y un riesgo, una fidelidad al desafío del pensamiento teórico; vale decir, barruntan aquello que Platón llamó el bello peligro de la filosofía. Pensar la poesía implica agudizar la mirada, escribe Polanco. Hacer una apuesta, asumir un riesgo. Es cierto: lo que se tensa puede cortarse. Pero de lo que se trata aquí es de construir un puente entre poesía y filosofía. Para ello es necesario tensar bien las cuerdas. Como se hace con un puente de cimbra. Un puente que, suspendido en el vacío, a pesar de los vaivenes del viento, nos permite el paso de una a otra orilla. 


Valparaíso. Noviembre de 2016

Tensiones del Pensar. Materiales para un diálogo entre filosofía y poesía en Chile
Ensayo
Varios autores
Cenaltes Ediciones. 2016.




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